viernes, 21 de enero de 2011

El control en Internet

El periodismo multimedia es uno de los espacios más abstractos y menos definidos, tanto en contenido, como en su regulación. Los derechos de los usuarios en Internet no son nada concretos.
Estudiados los textos propuestos, podemos decir que el común denominador de todos ellos es el control de la información en la red, no solo en los países autoritarios, sino en los considerados democráticos y con plenitud de libertades.

El control es uno de los términos más empleados por los medios de comunicación cuando hablan de la Red, tanto refiriéndose a la posible censura, como al descontrol de la información, parce contradictorio, pero ambas situaciones tienen cabida en este espacio indefinido.



En  países autoritarios como China, Cuba o Irán; son muchos los mecanismos puestos en pie por el Gobierno para intentar controlar la actividad de la población en el ciberespacio, así como su acceso a la información. Pero esto nos solo ocurre en dichos países, también se dan casos en los países denominados democráticos: En EEUU el país con más accesos a Internet, los proveedores están bloqueando a los usuarios por  intentar descargarse archivos a través de sistemas P2P. “Guerra por la libertad en Internet” (El País 11/03/2010)


Aquí volvemos a abrir el tema de la "neutralidad en la red", este tema cuestiona si los proveedores del servicio web controlan las acciones de los usuarios, y en caso afirmativo si es posible que los proveedores tomen represalias en los casos que no se beneficien.

La tecnología ha avanzado a mayor velocidad que las normas, por tanto en un espacio que se define como común, la normativa impuesta por cada país queda obsoleta, ninguna es capaz de abarcar todos los espacios de este complicado universo. Debemos tener en cuenta que si en algún momento se crea una normativa común y global esta deberá estar sujeta por el deber a respetar el derecho  a la intimidad y a la libertad de expresión, pero ¿Es necesaria esta regulación?

Del debate surgido en clase, podemos sacar la conclusión de que dicha normativa no es necesaria. Al igual que en la vida offline, en Internet el usuario es libre de publicar cualquier información. Cada individuo debe saber que actuaciones son correctas y cuáles no. Cuando un usuario sube un video delictivo a la red, esta acción es responsabilidad última del usuario, ya que el proveedor, en teoría, no tiene mecanismos para saber su contenido. “Juicio de las reglas de Internet” (El País 26/02/2010)

En cuanto a la suplantación de identidad, que se nos plantea en otro de los textos, cada uno es capaz de, al igual que en la vida real, poder saber que información es real y cuál te debes de creer.
Frente la polémica de que ciertos aspectos de tu vida no quieres que aparezcan en Internet, solo se puede decir que si es real, aparecerá. Por otro lado, los usuarios en realidad no reivindican que esos datos estén, porque como ya hemos dicho son datos reales y no se pueden borrar, sino que en las consultas a buscadores estos datos queden reflejados.
La solución se lograría introduciendo un nuevo protocolo de búsqueda que restringa cierta información, pero entonces nos encontraríamos en una situación en que estas acciones podrían considerarse cierta manipulación de la información. “Quiero que Internet se olvide de mi” (El País 27/01/2011)

Los usuarios de Internet dejan una huella en la Red que es imborrable:  las páginas web que visitan, sus correos, sus redes sociales, sus documentos y datos personales. Todos estos datos son almacenados por si en un futuro deben investigarse, por tanto el control en Internet es inevitable por mucho que los usuarios  quieran vencerlo. Ademas debemos ser conscientes que al igual que somos responsables de nuestros actos en la vida offline, también los somos de nuestras actuaciones en la Red.

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